
Todos estamos inmersos en la eterna búsqueda de ser nuestra mejor versión, o al menos eso decimos entre reuniones y pendientes.
Pero, ¿qué pasa si ese camino al desarrollo personal no es tan complicado como lo imaginamos?
Quizás, solo necesitamos un buen balde de pochoclos (palomitas/Pop Korn) y un par de películas.
Las buenas historias son poderosas, eso ya lo sabemos.
Nos enseñan, nos inspiran y, de vez en cuando, nos hacen sentir como si hubiéramos encontrado la clave para todo... hasta que aparece la palabra FIN.
Mi experiencia me ha enseñado que las historias no solo son entretenidas, sino también una herramienta invaluable para el aprendizaje, y muchas veces uso alguna o parte de ella en mis capacitaciones.
Ya sea en la oficina o en la sala de estar, lo que las historias nos cuentan se queda con nosotros.
No en vano, de niño, pedía a mi madre o mis abuelas que me contaran esas historias familiares que se convirtieron en la base de la idea que tenía de mí mismo.
Lo fascinante es que podemos reinterpretar esas historias a lo largo de nuestra vida, para que nos abran posibilidades y nos empujen hacia el futuro que queremos.
Esto es clave en el desarrollo personal.
¿Y por qué no aprender también de las historias de otros?
De hecho, desde tiempos antiguos, las historias eran la única manera de aprender lecciones importantes sobre el coraje, la valentía y la vida misma.
Tal como escuchamos sobre héroes que hacían frente a dragones o superaban obstáculos inimaginables, podemos ver a personajes actuales lidiando con conflictos internos y externos, ayudándonos a crecer, sin necesidad de una espada o armadura brillante (aunque eso también sería épico).
Christian Salmon, en su libro Storytelling, describe cómo las historias tienen tal capacidad de moldear nuestras mentes que incluso pueden ser usadas de manera maliciosa por políticos y medios (algo bastante común en estos días por cierto).
Entonces, en lugar de sumergirnos en un libro de autoayuda con títulos grandilocuentes como "Sé la mejor versión de ti mismo en 7 pasos", propongo que nos tomemos un respiro y veamos algunas películas con un enfoque diferente.
¡Imagínate lo que pueden hacer en nuestras vidas si las utilizamos bien!
Tratemos de usar las siguientes no solo para entretenernos, sino para aprender a través de los personajes y sus decisiones.
1. The Pursuit of Happyness (En busca de la felicidad) - Resiliencia, Actitud y Responsabilidad
Aquí está Will Smith, luchando contra las adversidades más terribles, pero sin perder su actitud positiva.
¿Qué nos enseña?
Que no importa cuántos golpes te dé la vida, es la responsabilidad que tomamos sobre nuestro destino lo que nos llevará a la cima.
Como decía Viktor Frankl:
“Todo puede ser tomado de un hombre, salvo una cosa: la última de las libertades humanas, la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias”.
En resumen, no es lo que te pasa, es cómo lo enfrentas.
2. Apollo 13 - Trabajo en equipo, Liderazgo y Confianza
La nave se avería, todo parece perdido, pero un equipo comprometido (tanto en la Tierra como en el espacio) logra lo imposible.
Lo que aprendemos es que, ante los desafíos, la confianza y la coordinación son esenciales.
No importa cuán lejos estemos de nuestros compañeros, si confiamos en ellos y en nuestras habilidades, podemos superar casi cualquier obstáculo.
Es como en el trabajo: ¡siempre necesitamos un equipo que nos cubra las espaldas, especialmente cuando todo se va al demonio!
3. Matrix - Modelos mentales, Responsabilidad y Libertad
¿Elegir la pastilla roja o la azul?
Esa es la cuestión.
Matrix nos muestra que el desarrollo personal comienza cuando asumimos la responsabilidad de nuestras decisiones.
Ser libre implica elegir, pero también ser consciente de que cada decisión tiene consecuencias.
Neo no solo pelea contra robots, lucha por algo más profundo: entender quién es realmente y cuál es su propósito.
4. Dead Poets Society (La sociedad de los poetas muertos) - Modelos mentales y Liderazgo
“Oh, capitán, mi capitán”.
Este clásico protagonizado por Robin Williams nos recuerda la importancia de cuestionar los modelos mentales preestablecidos.
En lugar de seguir el camino convencional, los estudiantes del profesor Keating encuentran su voz y asumen su responsabilidad de crear su propio destino.
En el ámbito personal y profesional, esto es esencial.
No podemos dejar que los modelos predefinidos nos frenen.
El éxito verdadero está en pensar fuera de la caja y liderar con el ejemplo.
5. Freedom Writers (Escritores de la libertad) - Cambio de modelo mental, Liderazgo y Compromiso
Hilary Swank como maestra motivando a sus alumnos a cambiar su realidad y romper con sus modelos mentales preestablecidos es una lección poderosa.
Nos muestra que el compromiso y el liderazgo no se tratan solo de cumplir metas, sino de cambiar el curso de una vida (o varias) al fomentar nuevas formas de pensar.
6. Gladiador - Liderazgo, Valores y Trabajo en equipo
Russell Crowe como Maximus Decimus Meridius nos enseña que el verdadero liderazgo va más allá del éxito.
Se trata de los valores que defendemos y cómo trabajamos en equipo para lograr algo más grande que nosotros mismos.
En la oficina o en la arena de un circo romano, no importa dónde estés, los principios guían el camino.
7. Un domingo cualquiera - Motivación y Emociones
Al Pacino entregando uno de los discursos más icónicos de la historia del cine.
Nos enseña que el manejo de las emociones es clave para motivarnos y motivar a otros.
A veces, todo lo que necesitamos es un recordatorio de que podemos ganar esa batalla si trabajamos juntos.
8. La vida es bella - Actitud ante la adversidad y Liderazgo personal
Guido, en medio de una situación aterradora, sigue viendo la vida con optimismo (Debo confesar que hago lo mismo aún en las situaciones más insólitas).
Su actitud no solo le ayuda a sobrevivir, sino que convierte su lucha en un acto de liderazgo personal.
A veces, liderarnos a nosotros mismos es lo más difícil, pero también lo más crucial.
¿Qué podemos aprender de todo esto?
Algunas películas no son solo una vía de escape, son una fuente de sabiduría.
Nos muestran que el desarrollo personal es un viaje continuo, lleno de decisiones, desafíos y momentos que nos definen.
Cada historia, cada personaje nos enseña algo diferente, pero el mensaje es claro: el cambio comienza con nosotros.
Como dijo una vez Henry Ford (frase que uso mucho):
"Tanto si crees que puedes como si crees que no puedes, estás en lo cierto".
Nuestro desarrollo personal está en nuestras manos, y la actitud con la que enfrentamos la vida es clave.
Entonces, la próxima vez que te sientes a ver una película, mira más allá del entretenimiento.
Observa las decisiones, los conflictos y los logros de los personajes.
¿Qué harías tú en su lugar?
¿Qué puedes aplicar a tu propia vida?
Llamado a la acción
El desarrollo personal no es algo que sucede por arte de magia.
Requiere conciencia, reflexión y, por qué no, inspiración.
Toma la iniciativa y comienza a cuestionarte: ¿qué modelo mental estás siguiendo? ¿Qué historias te estás contando a ti mismo?
Y lo más importante, ¿qué estás haciendo hoy para ser la mejor versión de ti mismo mañana?
Ahora, ve y haz tu propia película.
Tú eres el protagonista.
Preguntas
Aquí tienes 5 preguntas de autoevaluación para que examines cómo trabajas tu desarrollo personal:
¿Te consideras una persona resiliente ante los desafíos?
¿Sueles asumir la responsabilidad por tus errores sin excusas?
¿Buscas constantemente aprender y mejorar tus habilidades?
¿Tomas decisiones basadas en tus propios valores, sin dejarte influir por lo que los demás piensen?
¿Te sientes cómodo saliendo de tu zona de confort para crecer personalmente?
Si una o más respuestas fueron negativas, hay trabajo que hacer y somos los candidatos ideales para ayudarte a hacerlo.
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