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Foto del escritorDaniel Sachi

Planificación y presupuesto: Dos pilares para evitar desastres empresariales


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Planificar y presupuestar.


Dos palabras que, a simple vista, suenan aburridas, pero que son el corazón de cualquier empresa que quiera sobrevivir (y no morir en el intento).


Y si bien a veces planificar puede parecer un ejercicio innecesario, como contarle tus problemas a alguien que no te está escuchando, la realidad es que la planificación y el presupuesto son las mejores herramientas que tiene una empresa para no caminar a ciegas por el mundo empresarial.


Como dice ese dicho popular: "El que no planifica, planifica fracasar". Y en temas de negocios, esto aplica más que nunca.


¿Por qué es tan importante planificar y presupuestar?

Pensemos en un viaje.


Si te vas de vacaciones sin tener claro cuánto dinero necesitas, qué lugares vas a visitar o dónde vas a quedarte, probablemente termines durmiendo en la estación de tren y comiendo sándwiches de puestos callejeros.


En una empresa, la situación no es tan distinta.


Sin planificación, el caos reina, los recursos se malgastan, y el equipo se vuelve como un barco a la deriva, sin rumbo.


Un buen plan ayuda a la empresa a fijar metas claras y un presupuesto permite asignar

los recursos necesarios para alcanzarlas.


La planificación establece las prioridades, y el presupuesto asegura que se pueda ejecutar lo que se ha planificado.


Sin estos dos elementos, cualquier esfuerzo empresarial corre el riesgo de ser ineficiente o, peor aún, terminar en números rojos.


La trampa del optimismo exagerado

Uno de los errores más comunes en la planificación empresarial es dejarse llevar por el "optimismo tóxico". 


Es ese tipo de pensamiento donde todo parece perfecto, donde "nada puede salir mal", y que suele venir acompañado de una ligera despreocupación por los números.


"Ah, ya lo resolveremos en el camino", dicen algunos.


Pero cuando no se presupuestan correctamente los costos, cuando no se consideran riesgos ni imprevistos, la realidad empresarial puede darte una bofetada de aquellas que hacen temblar.


Esto me recuerda una anécdota personal.

Hace años, trabajando con un equipo de ejecutivos, el CEO, con la mejor de las intenciones, decía que no había nada de qué preocuparse, que todo estaba bajo control.


Al revisar juntos los números y ver cómo ciertos gastos habían sido completamente subestimados, el silencio en la sala fue monumental.


Lo que parecía un leve desajuste resultó ser una avalancha financiera esperando caer.


¿Cómo evitar ese tipo de situaciones? Aquí van algunas claves:

  1. Sé realista, no soñador. La planificación debe estar basada en datos reales, no en suposiciones optimistas, y si supones algo, eso debe quedar en blanco y negro como explicación. "Los números no mienten", dicen, y en este caso es cierto. Si proyectas tus ingresos basándote en el mejor escenario posible, estás invitando al desastre. Ten en cuenta los peores escenarios también.

  2. Haz del presupuesto tu mejor amigo. Así como no saldrías de casa sin saber cuánto dinero tienes en la billetera, en una empresa el presupuesto es esencial. Debe ser detallado, y ajustado a la realidad. Dejar "margen para imprevistos" no es ser negativo, es ser estratégico.

  3. Revisa el plan y el presupuesto constantemente.

    Lo que planificaste en octubre puede no servir para enero. Las condiciones cambian, los mercados se alteran, y los costos suben. Por eso, el presupuesto y el plan no deben ser estáticos. Actualízalos regularmente para ajustarte a la realidad cambiante.


Planificación a largo plazo vs. corto plazo

Muchas empresas caen en la trampa de centrarse solo en el corto plazo.


Viven apagando incendios y nunca piensan más allá de lo que tienen frente a ellos.


Pero, si bien atender las necesidades inmediatas es importante, una visión a largo plazo es lo que permite que la empresa crezca de manera sostenible.


El equilibrio entre la planificación a corto y largo plazo es como un malabarismo constante.


No se trata solo de sobrevivir este mes o este año, sino de construir las bases para que la empresa esté en pie dentro de cinco o diez años.


Aquí entra el presupuesto nuevamente.


Tener un plan a largo plazo no es solo soñar con la expansión, sino tener el dinero y los recursos para financiar ese sueño.


A veces, eso significa sacrificar ciertos lujos en el presente para asegurar la estabilidad a futuro.


Los riesgos de no presupuestar correctamente

Una de las peores pesadillas para cualquier empresa es quedarse sin efectivo a mitad de un proyecto importante.


Esto puede ocurrir cuando no se consideran todos los costos involucrados, o cuando no se planifican adecuadamente las fuentes de ingresos.


Un presupuesto mal hecho puede dejar a la empresa en una situación de insolvencia, sin dinero para pagar a proveedores o empleados.


De nuevo, lo importante es ser realista.


Si los ingresos proyectados parecen demasiado buenos para ser verdad, probablemente lo sean.


Un error común es sobreestimar los ingresos y subestimar los gastos, lo que crea una falsa sensación de seguridad.


La clave está en la honestidad brutal al hacer los cálculos.


El impacto de una mala planificación en el equipo

Cuando la planificación y el presupuesto fallan, las consecuencias no solo son financieras, también afectan a las personas.


Un equipo que trabaja en una empresa sin dirección clara, donde los recursos se agotan y los proyectos quedan a medias, tiende a desmotivarse. Y la desmotivación es un veneno silencioso en cualquier organización.


Cuando las expectativas no se cumplen, el equipo pierde confianza, tanto en la dirección como en la empresa en general.


Esto genera estrés, rotación de personal, y un ambiente tóxico.


Por eso, la planificación no es solo una cuestión de números, también es un factor clave en la cultura y la moral de la empresa.


¿Cómo evitar estos problemas en la planificación y presupuesto? Consejos prácticos:

  1. Planifica con cabeza fría. No tomes decisiones basadas en el entusiasmo del momento. Piensa en los escenarios más probables y menos favorables. Es mejor estar preparado para lo peor y sorprenderte con lo mejor.

  2.  Involucra al equipo en la planificación. A menudo, los empleados tienen ideas valiosas que pueden mejorar la planificación. Además, cuando el equipo está involucrado, se siente más comprometido con los objetivos.

  3. Establece prioridades claras. No todo es igual de urgente o importante. Define qué proyectos son críticos y cuáles pueden esperar. Esto ayuda a que los recursos se utilicen de manera más eficiente.

  4. Revisa y ajusta constantemente. No te aferres a un plan o presupuesto que ya no sirve. Si las circunstancias cambian, ajusta el plan y el presupuesto acorde a la nueva realidad.

  5. Crea un fondo de contingencia. Este es el colchón financiero que te permitirá responder a imprevistos sin tener que sacrificar proyectos importantes o recurrir a préstamos desesperados.


Conclusión

Planificar y presupuestar no son tareas glamorosas, pero son absolutamente esenciales.


Y no se trata de crear el plan perfecto de una sola vez, sino de hacerlo de manera continua y flexible.


Es como navegar: ajustas el rumbo según el viento y las olas, pero siempre mantienes claro hacia dónde quieres llegar.


Finalmente, recuerda: el éxito de una empresa no se mide solo en ganancias, sino en la capacidad de mantenerse estable y crecer a largo plazo.


Y para eso, una buena planificación y un presupuesto sólido son las mejores herramientas que puedes tener a tu disposición.


¡A planificar, presupuestar y navegar con éxito!


Preguntas

Aquí tienes 5 preguntas para que tu empresa se autoevalúe sobre planificación y presupuestación:

  1. ¿Tu empresa actualiza el plan y el presupuesto regularmente, ajustándose a las condiciones cambiantes?

  2. ¿Consideran siempre un fondo de contingencia para imprevistos en el presupuesto?

  3. ¿Involucran al equipo en el proceso de planificación para obtener ideas y compromiso?

  4. ¿El presupuesto está basado en datos realistas y no en suposiciones optimistas?

  5. ¿Establecen prioridades claras para evitar gastar recursos en proyectos no críticos?


Estas preguntas ayudan a detectar si están planificando de manera efectiva o si necesitan ajustar algunos aspectos para evitar problemas futuros.


Si una o más respuestas fueron negativas, entonces hay cosas que puedes hacer al respecto y nosotros estamos para ayudarte en ello.

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