¿Que hace tan diferente a un capitán deportivo, de un líder o jefe en una empresa?
Actualizado: 7 jun

Hace unos dias hablamos del método Williams ¿recuerdan?
Siguiendo con esta línea o vínculo entre el deporte y la empresa (que realmente me apasiona), hoy si me permiten su tiempo y atención, quiero hablar de esa figura importantísima en los equipos deportivos que es el capitán.
Generalmente es ese que corre como nadie, que motiva, que demuestra con el ejemplo, que llega primero a las prácticas y se va último de ella, y obviamente no lo hace por el dinero que gana ni el título que ostenta – de hecho es al revés -, ese que pone el hombro, su oreja, y hasta el alma, para que su equipo se desahogue, ese que grita por frustración y llora por alegría, o por el dolor de ver a sus compañeros vencidos o caídos, pero sigue gritando y corriendo y nunca sale en camilla.
Hay pocos equipos deportivos en el mundo en donde cambian las personas, y el modo de juego, y los éxitos se mantienen
Afortunadamente los hay, y los disfrutamos año tras año.
Esto se debe a la esencia o cultura o ADN del equipo, a la pasión y trabajo duro por sobre la razón.
Todos tienen claro sus objetivos, y por ello, son un equipo claramente pero, los objetivos no son la razón de su éxito, son solo el canal.
Sus indicadores y KPIs, les indican lo bien o mal que lo han hecho, y les demuestran, cuán bien están alineados o no, con lo que quieren e imaginaron alcanzar.
Son solo, síntomas y no razones.
No miran solo corto plazo, dado que la cultura es la que los anima, tiene sus ojos en la próxima generación que los sucederá, y esa generación, debe recibir algo mejor de lo que ellos han recibido, de su anterior generación.
Estos capitanes, que pueden llamarse en las empresas, líderes, jefes, scrum masters, agile coach, gerentes, directores, ceos, y/o el nombre que quieran ponerle o ponerse, no tienen sus brazos solo para sostener copas en alto y festejar solos sus logros personales.
También usan sus brazos y manos para saludar efusivamente sonriendo, festejar, gritar y saltar con los demás, y lo más importante de ellos es que, los usan para sostener a sus compañeros y/o amigos en las buenas y malas, en los diferentes momentos sin importar las emociones que les toque atravesar, ya sean alegrías, sufrimientos, miedos, angustias y tristezas.
Si bien hay muchas cosas en común, estas cosas son las que no veo en general en las empresas, y si se consiguen, no se sostienen en el tiempo más allá de la persona que las impulsó.
Aquí es donde me pregunto ¿Son necesarios líderes así dentro de una empresa?
Si la respuesta es sí, entonces ¿Que es lo que no hacemos bien?
Los grandes jefes ¿No deberían tener algunas de estas semillas o nutrientes?
¿Hacemos algo para que las tengan y/o germinen?
¿Las tuvieron y las perdieron?
Esos capitanes deportivos son profesionales que ganan dinero y mucho, todos lo sabemos, entonces…
¿Que es lo qué los motiva a ser así?
¿La camiseta?
¿La cultura del equipo?
¿El pueblo, la hinchada o el entorno?
¿Los compañeros?
¿Alguna otra cosa?
Afortunadamente he descubierto que hay gente así en muchas empresas, y también pude ver como en algunas con determinados cambios, no tan grandes por cierto, se logra crear ese ecosistema virtuoso que los desarrolla, pero me sorprendió luego de mucho caminar y trabajar, ver que son pocos casos.
Ustedes ¿Han tenido la suerte de contar con alguien así en vuestros equipos de trabajo en sus empresas y/o trabajar en empresas de este tipo?
Hace tiempo vengo observando empresas y trabajando con ellas, tratando de crear los espacios fértiles necesarios, algunas veces sembrando semillas de liderazgo disruptivo en ellas, y/o inyectando nutrientes motivacionales para que solas, ellas mismas, creen sus ecosistemas propicios para el nacimiento de estos líderes y sostengan el esfuerzo en el tiempo.
Estos líderes no siguen un parámetro y/o regla tradicional, ni se inspiraron en líderes ilustres anteriores que a modo de musas los guían a diario, como Ghandi, Mandela, Churchill, Maradona, Pele, Messi, Ronaldo, el Barca, los All Blacks, Las Leonas, Drucker, Porter, etc, etc.
Algunos de estos líderes pueden haber leído algo de ellos, o tal vez, hasta compartido experiencias y/o vivencias con ellos, pero otros ni siquiera eso, por lo que podría concluir diciendo que, si bien ese camino es muy racional, esta clase de líderes son pasionales e irracionales.
Ellos cultivan el "Poner el corazón" y tratan de desarrollarse en donde participan, pero sólo lo logran en culturas especiales, en ecosistemas particulares, con parámetros distintos a la normal.
Ellos llevan en su historia y ADN todo lo necesario para explotar donde sea, y solo necesitan el ecosistema/condiciones propicio para florecer y dar frutos.
Entonces, vuelvo a pensar, en esa palabra cultura….. y me pregunto o digo en voz alta ¿La cultura de las empresas quiere tener líderes así?.
Les dejo para pensar...
¿Estamos dispuestos a generar los cambios de cultura necesarios para que estos líderes se desarrollen, transmitan su pasión, y otros la continúen?
¿La organización y su cultura es lo suficientemente versátil, como para aceptar estilos de liderazgos diferentes de acuerdo a las situaciones que se presenten?
Hasta la próxima….