En tiempos de competencia feroz y cambios constantes, las organizaciones —y las personas— necesitan revisar su “armamento”: ese conjunto de capacidades, actitudes y emociones que les permiten mantenerse en pie, adaptarse y prosperar. Este artículo propone una mirada pacífica pero estratégica sobre cómo preparar a los equipos para los desafíos del presente y del futuro.