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La educación formal como causante de la falta de innovación


escultura en ladrillo, Pink Floyd, "Otro ladrillo en la pared"

El 30 de noviembre de 1979, Pink Floyd lanzaba un tema que hizo pensar a muchos, y decía más o menos esto:

“No necesitamos educación.

No necesitamos ningún control del pensamiento...

En definitiva, es sólo otro ladrillo en la pared.

En definitiva, eres solo otro ladrillo en la pared”


Ese tema era “Another Brick in the Wall” y, a más de 40 años de esto, hay que reconocer que, en la actualidad, aún es más difícil ser un niño del siglo XXI, siendo parte de la generación considerada como la de mayor nivel de educación de la historia humana.


Es difícil cuando las personas que lo rodean son todos maestros de su propio campo, educados, más educados, mucho más educados.

Todos lo saben todo.

¡Pobre niño! No le dejan espacio para descubrir nada...


Y esto se repite hasta ser mayores y en todos los niveles de estudio y en casi todas las carreras, y peor aún, porque también forma parte de la educación familiar.


Todavía, en educación, cualquier cosa que se salga de los estándares esperados, es para la mayoría de los maestros o profesores, algo que está mal, independiente de qué tan maravilloso, útil e innovador sea.


Vivimos en una etapa de copiar y pegar, de buscar las respuestas pre-armadas en lugar de investigar y sacar nuestras propias conclusiones; de pensar que, solo por el hecho de existir en Internet, ya no hay nada más allá; que, si alguien ya tiene una respuesta, no vale la pena buscar otra diferente.


Seguimos con los moldes y con la resolución por el camino rápido y eso nos va achicando el intelecto y la curiosidad.


Acumulamos información como enciclopedias, pero se nos dificulta el esfuerzo de investigar, de buscar otras respuestas que todavía no hayan sido planteadas.


Y es cierto que también es la época de mayor innovación en la historia de la humanidad, pero si analizamos un poco, podemos ver que la gran mayoría de los seres humanos no está en el grupo de esos que dan los pasos más allá de lo conocido arriesgándose a hacer algo por primera vez.


En general, miramos la innovación desde fuera, somos seguidores en manada, y todo por una educación que nos hizo otro ladrillo en la pared.


¡Claro que cambiar esto es difícil!


Los primeros que deberíamos cambiar seríamos los que enseñamos, y en gran mayoría, estamos atados a modelos y programas armados previamente, lo cual es infinitamente más fácil de llevar adelante que tener que lidiar con lo nuevo día a día.


A los que enseñamos, nos enseñaron a enseñar dando respuestas, y la verdad, deberíamos haber aprendido a hacer mejores preguntas, esas que sueltan la imaginación, que fuerzan el trabajo mental, y que quizás, no tengan respuestas únicas…


Quizás sea ya tiempo de cambiar el paradigma ¿no?


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