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Sexo, marketing y negocios

Actualizado: 28 jun 2023


sexo, marketing, pareja

Siempre me llamó la atención la relación entre la palabra sexo presentada por ahí, y la respuesta mental, de la mayoría de los seres humanos, de poner foco en lo que se presenta.

Supongo que debe ser parte de la impronta genética de la especie humana, pero eso me llevó a pensar en otras relaciones, en particular, esto de la búsqueda del sexo opuesto y su parecido a la búsqueda de clientes en una empresa.


La primera cosa que aparece en este loco análisis es la necesidad impulsora.


Nada se haría sin ella, y lo que en el sexo es el apetito sexual muy relacionado a la necesidad de continuar la especie, en las empresas es la necesidad de sobrevivir y crecer.

Después viene la preparación para atraer, feromonas mediante, nos ponemos lo más bellos posible, y hacemos cosas que creemos que atraen al otro, en todos sus sabores como vestimenta, cosmética, demostración de fuerza, músculos, curvas o inteligencia, entre otras.


En las empresas esto es el packaging, el mensaje y la imagen asociados a lo que vendemos, la carpeta de servicios, logos, colores, formas y otros.

Ahora hay que establecer el contacto y nosotros los humanos iremos a mostrarnos a algún lugar como bailes, fiestas, lugares de reunión, o utilizaremos las redes sociales para probar suerte, mientras que en las empresas se hará publicidad en medios, participación en convenciones o eventos, campañas telefónicas, mailing, y otros con el mismo fin.

Llegó el momento de seducir, y las personas tendremos miradas, roces, palabras suaves y movimientos, mientra que las organizaciones tendrán presentación de beneficios, demostraciones, pruebas o muestras gratis, y mensajes directos o subliminales.

Y si pudimos seducir correctamente, tendremos la posibilidad de perpetuarnos con un acercamiento más íntimo, o de colocar nuestro producto o servicio en un cliente.

Claro que hay una diferencia muy grande entre un sexo casual y una pareja estable, y entre una compra de única vez o tener un cliente recurrente.

En este paso, el más importante según mi opinión, hay que trabajar sobre relaciones más duraderas, conociendo bien al otro, siendo transparente, respetando, y fidelizando a través de mostrar que nos importa, ya sea una pareja, como un cliente de la empresa.

En el sexo, aquí habrá llamadas al día siguiente para ver cómo está, y para decirle lo bien que la pasamos con el o ella, y tratar de establecer una nueva cita intentando tener encuentros más frecuentes, mientras que en las empresas también habrá llamadas para ver que le pareció nuestro producto o servicio, generando encuestas de satisfacción y coordinando contactos periódicos que nos acerquen más.

Poniéndonos un poco más serios ahora y hablando de la vida empresarial, de aquí en más viene la atención esmerada, los regalos, la mejora de nuestra entrega, los festejos de aniversario y los premios por permanencia, haciendo que esa primera vez no sea la única, y que siempre nos vuelvan a elegir, generando una relación duradera y estable.

De no hacerlo, los perderemos porque otro aprovechará la oportunidad, y cumplirá con las expectativas que nosotros generamos y no cumplimos.

Ah… en la pareja es igual.

Como escribí al principio, son esas comparaciones locas que me surgen entre gallos y medianoche…

¿O no tan locas?


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