top of page

Cuando tu vocación no tiene nada que ver con tu trabajo


profesiones, ideas, persona con celular

Muchas veces, cuando me contratan como coach para altos mandos, me encuentro con algunas situaciones complicadas.


Y la complicación viene por estar contratado por una empresa, pero trabajando con una persona que se desempeña en la misma, con sus propias necesidades y deseos, lo que a veces me presenta un problema ético.


Muchas veces encuentro ciertos malestares o desgano en mi coachee y, por lo tanto, indago haciendo ciertas preguntas que tienen que ver con el apego que tiene por su trabajo y descubrir su vocación.


Bien es sabido que no todos podemos seguir nuestra vocación y ganarnos la vida con eso, pero si esto lleva a un bajo rendimiento en tu trabajo actual, entonces tenemos un problema.


Hay ciertas preguntas que siempre hago cuando detecto estas situaciones y las respuestas a ellas me dan pautas de trabajo, y también hacen que la persona pase a estar consciente de lo que realmente le está pasando.


Mi guía de preguntas es la siguiente:

  • ¿Qué te agradecen las personas con más frecuencia?

  • ¿Para qué vienen a verte usualmente?

  • ¿Qué dicen de ti con más frecuencia, sea positivo o negativo?

  • ¿Haciendo qué cosas te sientes poderoso?

  • ¿Qué cosas haces con pasión?

  • ¿Qué te hace sentir libre?

  • ¿Qué cosas te hacen sentir increíblemente útil?

  • ¿Qué te emociona?

  • ¿Qué cosas harías si pudieras, aunque no te pagaran por ello?

  • ¿A que te gusta más dedicarle tiempo?

  • Algunas otras…

Si las respuestas no están ligadas a su tarea habitual, pero están relacionadas con alguna otra actividad en la empresa, lo oriento para que promueva ese interés y trate de hablar con sus superiores al respecto.


El problema se da cuando sus respuestas no tienen nada que ver con la organización en donde se encuentra, porque siento que desperté al monstruo dormido.


Como coach no puedo hacer otra cosa que abrir su mente, pero, si esa apertura no lo ubica dentro de la empresa que lo contrata, muy probablemente comenzará a buscar otras oportunidades fuera de la misma, e incluso a bajar aún más su rendimiento.


Es allí donde mi problema ético aparece.


No puedo informar a la empresa que me contrata de nada ligado a lo que hice en la privacidad como coach, pero los resultados esperados por la misma, pueden ser totalmente contrarios a los obtenidos por mi accionar.


La única solución que he encontrado hasta el momento es, justamente, aclarar esto con el coachee, y pedirle que sea él mismo el que comente la situación con sus superiores.


De cualquier manera, me queda siempre el sabor amargo de no haber cumplido con la tarea encomendada, aunque, muchas veces trato de autoconvencerme, pensando que, en realidad, sí lo he hecho porque ayudé indirectamente a que la empresa busque cubrir mejor sus posiciones relevantes con gente que realmente ame lo que hace.


100 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Únete a nuestra lista de correo y no te pierdas las nuevas entradas del blog

bottom of page