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Foto del escritorDaniel Sachi

Manejando los feos momentos



Hay una carta en el Tarot, el 3 de espadas, que no representa nada bueno. Es la imagen de la angustia, la tristeza y la traición e implica un profundo dolor emocional en la vida del consultante en el pasado, presente o futuro, dependiendo de dónde aparezca en la tirada de cartas.

Si bien uno puede creer o no en estas cosas, hay algo que no se nos debe escapar, y es que el dolor golpea alguna vez en la vida y siempre es muy difícil de experimentar, pero a veces incluso mucho más difícil hablar sobre él o imaginar las consecuencias cuando no estamos directamente involucrados.

Como el padecimiento es algo ineludible en algún momento de la vida de las personas, es tarea de los líderes saber lidiar con el dolor ajeno, cosa muchas veces difícil y esquiva, más aún si no tenemos las herramientas o conocimientos necesarios.

La principal herramienta que debemos manejar es la empatía. Esto implica ponernos en el lugar del otro, poder mirar la experiencia desde los ojos del que sufre y tener en cuenta sus circunstancias e historia.

No podemos olvidar que hablamos de algo que no afecta a todos de la misma manera, que tiene gradientes, que el mismo evento tendrá diferentes escalas de impacto en diferentes personas y que, por lo tanto, las lecciones aprendidas con alguien, no nos servirán del todo con otro en la misma situación.

Otra herramienta importante es saber escuchar, decodificando el mensaje, porque justamente la explicación del dolor es un hecho duro y difícil para muchos, que cuesta transmitir, y por supuesto, hay que saber interpretar lo que no se verbaliza, esos silencios que son parte del mensaje.

Y una última herramienta de este breve resumen es, sin dudas, saber respetar el duelo. Muchos quizás necesiten ayuda, pero no están dispuestos a recibirla en los momentos cercanos al evento que los lastimó.

El duelo requiere tiempo. Apartarse y estar atentos es la consigna, porque más tarde o más temprano, las barreras caerán y el soporte será necesario.

¿Por qué es necesario manejar estos temas?

Muy simple, porque manejamos grupos de trabajo formados por personas y cada uno de ellos requiere de nuestro compromiso con su bienestar ya que el concepto de un líder bien entendido es el de ponerse al servicio de su gente.

Un buen líder está siempre y nuestra gente debe saber y sentir que esto es así.

Y no importa si el dolor tiene que ver con el trabajo o es totalmente atado a su vida personal, igual impactará en su labor diaria, en su rendimiento y en su relacionamiento con los demás, incluso con nosotros mismos, por lo que debe importarnos y ocuparnos.

Saber leer los estados de ánimo será entonces la clave y esto solo se consigue con cercanía, atención a los detalles, capacidad de análisis de situaciones, don de gente y una gran dosis de humanidad.

¿Es un derecho de nuestra gente tener un liderazgo así? ¿Es obligatorio?

¡Por supuesto que no!

Pero, para ser honesto y pensando en un equipo de excelencia, si es el deber de un líder que se precie.

De trabajar este tema, puedo asegurar por experiencia propia, que no serán recordados solo como buenos jefes, también lo serán como buenas personas y en muchos casos como amigos.

¿Hay mejor premio que este? Definitivamente no en mi caso, pero me gustaría mucho saber si lo hay en el tuyo…

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