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¿Qué estás haciendo para expandir tu mundo?

Actualizado: 14 oct 2020


Pensar fuera de la caja, mujer

Suelo escribir mucho acerca de salirse de los caminos trazados, pensar fuera de la caja y probar cosas nuevas, porque me parece una buena medida para la sanidad mental.


Esto puede tratarse de nuevos proyectos laborales, hacer nuevos amigos, viajar o aprender alguna nueva habilidad, todo es válido y todos necesitamos en algún momento expandir nuestro entorno.


Generalmente, los que tenemos alguna profesión y la llevamos adelante cada día o tenemos un trabajo que sabemos hacer y nos permite vivir, nos encontramos en un terreno conocido y cómodo, que nos tranquiliza, aunque muchas veces, sin querer reconocerlo, nos aburre un poco.


Mantener vivo nuestro cerebro tiene mucho que ver con las cosas que hacemos para ejercitarlo, y salir de nuestra zona de confort es una de las más beneficiosas, porque modifica las rutas cerebrales conocidas.


Generalmente, uno pone excusas para no hacerlo, como estar muy ocupado, tener cosas pendientes que hacer, la necesidad de utilizar el tiempo en lo que nos da de comer y otras, pero realmente son solo excusas y no trabas reales.


Uno puede, y debe encontrar los espacios para desafiarse, para probar cosas nuevas, para abrir la mente.


Y esto no nos debe dar miedo, ya que tampoco estamos hablando actividades extremas (aunque no descarto que las quieran hacer si se animan).


Otra acción que no es una excusa pero tiene el mismo efecto es la procrastinación, y en esto somos muchos los expertos en dejar lo nuevo o diferente de lo habitual, para más adelante.


En estos temas, hay que decidirse y hacerlo, porque si no, la misma comodidad que tenemos nos conserva encerrados en la diaria, en la misma confortable cárcel que nos mantiene alejados de los sueños.


A veces incluso se da la paradoja de gente que le habla a otros de creatividad e innovación, pero permanece aferrada a lo que conoce, porque hablar de estos temas no implica llevarlos a cabo en lo personal.


Y, como no podía ser de otra manera, el que escribe estas líneas estaba convencido de estar haciendo lo que pregona, pero un día me di cuenta que, en realidad, daba vuelta sobre las mismas cosas cíclicamente, y llegué a esa conclusión porque lo que hacía ya no representaba un desafío.


El autoengaño es parte de las estratagemas que usamos para no salir de la comodidad, así que cuidado.


En fin, para volver a predicar con el ejemplo, comencé un curso de diseño y retomé las clases de piano virtuales.

Algo es algo! 😉


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