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Creativo se nace… o se hace (Parte 4 y última)

Actualizado: 30 jun 2023


creatividad, idea, romper esquemas

Este es el cuarto y último artículo de la serie donde seguimos con algunos consejos para despertar esa creatividad que creemos inexistente, pero que, seguramente, está dormida en nosotros.

Ser persistentes

En general, la gente creativa sabe que la primera reacción de las personas a una nueva idea, es como la reacción del sistema inmunológico a un virus: Atacar y destruir.

Esto no debe ser frustrante, y debe ser siempre previsto como una reacción natural, en especial, para estar preparado con los argumentos.

Tampoco debe ser tomado como personal, ya que de hacerlo, perderemos el foco y estaremos defendiéndonos nosotros, en lugar de defender la idea.

Piense que toda nueva idea necesita tiempo para ser aceptada, y cuanto más creativa, más tiempo llevará su aceptación.

TIP:

Cuando genere una nueva idea y antes de presentarla, salga un momento del papel de creador y comience a buscarle los peros, anotándolos.

Póngase el sombrero negro y sea muy crítico ya que los demás serán peores que usted.

Una vez que tenga una lista de puntos adversos, busque los argumentos o las mejoras a la idea que anulen cada crítica.

Y cuando presente una idea, trate de imaginar que la pone sobre la mesa y pase a ser un observador, no el creador, porque de esta manera, evitará en parte asumir para usted, la crítica dirigida al objeto.

Ser entusiastas

Los creativos están llenos de entusiasmo y nada es tibio en la vida de una persona con estas características.

Son entusiastas acerca de sus metas, y ese entusiasmo es el combustible que los empuja a conseguir sus objetivos.

TIP:

Ser entusiasta es parte de la naturaleza de algunas personas, aunque si no es una de ellas, es un hábito que se puede practicar.

Para hacerlo, es importante visualizar las metas, hacerlas tangibles en nuestra mente, y, de esta manera, poder dirigir el esfuerzo.

Piense además que no se puede convencer a otros si uno no está convencido, y por lo tanto, la primera persona a persuadir es uno mismo.

Aunque parezca lugar común y no tenga demostración científica, el libro “El secreto”, de Rhonda Byrne (basado en la escuela de pensamiento y trabajos previos de William Walker Atkinson), muestra técnicas orientadas a esto.

Abrazar los desafíos

Las personas de naturaleza creativa crecen con los desafíos, se nutren de ellos, los requieren, los buscan y los disfrutan.

Los retos sacan lo mejor de ellos, y esto hace que se sientan plenos en las condiciones desafiantes.

TIP:

Ser un valiente buscador de desafíos no es una meta fácil porque implica perder los miedos, jugarse por una idea, buscar los objetivos difíciles...

Muchas personas requieren coaching o ayuda psicológica para conseguir superar las trabas que los mantienen “fuera de peligro” en su zona de confort, en una posición cómoda pero sin alicientes.

Como ejercicio, busque una meta difícil, y concéntrese en ella.


Defina cómo la alcanzaría si no tuviera límites en sus recursos (dinero, tiempo, espacio, conocimientos, etc.), especificando qué recursos usaría.

Ahora tome esa lista, y comience a trabajar en ver cómo consigue esos recursos o los que los remplacen y que estén a su alcance.

Desarme las trabas una a una, de la mejor manera y con la mayor cantidad de elementos posible.


Verá que esa meta difícil que se fijó, ya no lo parece tanto y en ese momento tomará conciencia que la tarea que desarrolló es la que la gente creativa hace naturalmente.

Repita esto siempre que se presente la oportunidad.

Valorar las ideas

Todas las ideas tienen valor, y la gente creativa toma esto muy en cuenta.

Una idea no puede ser desperdiciada porque se olvida, o no se anota, por lo que siempre se debe tener algo a mano para registrarlas, en cualquier momento del día.

Muchos creativos incluso, duermen con un cuaderno de notas o un pequeño grabador al lado de la cama, para registrar las ideas que le van surgiendo, y de esta manera ¡nada se pierde! (confieso que yo lo hago aunque no sea muy creativo).

Aproveche los momentos donde la mente se relaja y los ruidos mentales diarios se aquietan, porque allí es donde las trabas se caen y el pensamiento creativo aparece.

TIP:

Haga uso de la tecnología, o a la vieja usanza, pero no pierda la oportunidad de registrar lo que aparece como una idea durante el día o la noche y use toda la información posible para que el registro sea útil.

Revise estas notas con frecuencia, y complete o mejore las ideas registradas.

Hacerse amigo de los problemas

Cuando hay un problema, muchas personas tienden a “lavarse las manos”, buscan rápidamente alguien a quien culpar, y luego se desentienden.

Podríamos llamar a estos individuos como “enemigos” de los problemas.

Las personas creativas, en cambio, son amigos de las dificultades, y apenas aparece alguna, se remangan y se ponen a trabajar en ella.


Ellos ven a los problemas como oportunidades de mejorar algo, por lo que para ellos, enfrentar un problema no es problema.

Para estas personas, la vida es una fascinante sucesión de problemas y soluciones a los mismos y enfrentar problemas es tan natural como lo es para el resto de los mortales dormir o comer.

Ser enemigo de los problemas y huir de ellos no es natural, además de poco productivo, y sin embargo, muchos de nosotros vivimos de esta manera, evitando confrontarlos.

TIP:

Trabajar sobre los problemas es muy motivante si uno lo toma como un desafío.


Hacerlo da un orden de atención de las cosas, nos pone foco en algo, y una vez resuelto, tenemos la sensación de haber logrado algo específico.

Haga una lista de problemas a resolver, y póngase como meta resolverlos de a uno en periodos cortos.


Verá que a medida que avanza en la lista y tilda los solucionados, la sensación de logro se hará muy potente y lo animará a hacer más cosas.

Ser curiosos

La creatividad está llena de preguntas y la curiosidad es su marca distintiva, por ello, las personas creativas preguntan todo el tiempo y por cada novedad.


Esta es su forma de relacionar el mundo y encontrar nuevos patrones.


El qué, el por qué, el para qué, el cuándo, el dónde y el cómo, son sus ejes de trabajo.

Una mente inquisitiva es una mente abierta, un pensamiento sin trabas.

No es una mente que sabe, todo lo contrario, sabe que no sabe y por eso pregunta, y por ello crea.

La curiosidad nos abre universos, mientras que el conocimiento (o la creencia del mismo) los cierra.

TIP:

No deje pasar la oportunidad de ejercitar la curiosidad.


Cuando algo pase, haga las preguntas que necesite para tener un mejor panorama de lo que pasa.

Las básicas son las mencionadas, pero puede imaginar y hacer todas las que le surjan.


Verá que en breve se convertirá en un perfecto inquisidor, y las respuestas a esas preguntas le darán nuevas visiones e ideas sobre lo que se debe hacer.

Nota final

Si en verdad creemos en la creatividad como medio de mejorar nuestras vidas y la practicamos, veremos que la lista de habilidades puede extenderse.


Dependerá de nosotros, solo de nosotros y de cuanto esfuerzo le pongamos para que esto suceda.

Y por favor, de surgir cosas que no están aquí, compártalas en los comentarios.

Todos nos vamos a beneficiar.

Esta fue la cuarta y última parte del artículo sobre creatividad y su aplicación y desarrollo en nuestra vida diaria, así que espero que haya sido de utilidad.

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