¿Alguna vez has sido parte de un equipo cuyos miembros fueron abiertos y honestos entre sí?
Si es así, es probable que hayan trabajado juntos de manera extremadamente eficiente, y es probable que tú y tus colegas conocieran las fortalezas y debilidades de todos y disfrutaran de altos niveles de confianza y apoyo mutuo.
Un entorno de trabajo tan positivo probablemente ayudó a crear una unidad sólida y de alto rendimiento.
El tema en cuestión es que los equipos dependen de una combinación de autoconciencia y confianza para funcionar como una máquina finamente ajustada.
Pero, ¿Cómo construyes esas cualidades?
Para construir relaciones de confianza en el trabajo, debes estar dispuesto a compartir información personal con otros.
La “Ventana de Johari” es una herramienta que ayuda a hacer esto y sus creadores fueron Joseph Luft y Harry Ingham, allá por 1955, y sigue totalmente vigente.
Es una herramienta muy útil para el análisis de uno mismo, y la gran ventaja es que se puede aplicar en cualquier área de la vida (con la familia, amigos, en el trabajo, compañeros de clase, etc.)
Se trata de un sencillo modelo que ayuda a comprender la forma en que procesamos la información y cómo varía la percepción que tenemos de nosotros mismos y de los demás y se muestra como un cuadrado dividido en cuatro áreas separadas o cuadrantes
La clave es estar abierto a los comentarios que otras personas nos hacen para conocernos mejor, y como dice un proverbio árabe, “Si un hombre te dice que pareces un camello, no le has caso; si te lo dicen dos, mírate a un espejo.”
La parte superior izquierda del cuadro se llama área abierta y representa la información que sabes sobre ti, así como las cosas que otros saben sobre ti.
Por ejemplo, es posible que hayamos compartido nuestro historial laboral con el equipo, les hayamos contado sobre algún problema familiar, o son comportamientos que dejamos al descubierto, ya sean buenos o malos y nos movemos en esta área cuando intercambiamos información con los demás.
Según la teoría, la persona en la que predomina el área pública vive de manera más armónica y sana, pues se muestra tal cual es, se conoce a sí misma y no vive con miedo a que los demás la conozcan.
La parte superior derecha del cuadro se llama área ciega y representa información que otros pueden ver en ti, pero que tú no la ves en ti mismo, ya que es lo que comunicamos sin saberlo.
Por ejemplo, es posible que tengas poca confianza en ti mismo y los demás pueden ver esto, pero tú no te das cuenta.
En muchas ocasiones, éste área es la fuente de nuestros problemas de comunicación con los demás.
No es fácil aceptar este tipo de información sobre nosotros mismos cuando se trata de una característica negativa que no reconocemos, pero, aun así, hay que estar abiertos para aprender más sobre la impresión que causamos a los demás.
El área oculta está en la parte inferior izquierda del cuadro y es lo que sabes sobre ti mismo, que otros no saben.
Esto puede incluir información personal que deseas ocultar a las personas con las que trabajas, así como información que debes compartir si deseas generar más confianza con tu equipo.
En realidad, son sentimientos, ideas, secretos, miedos… cualquier cosa que queremos ocultar a los demás, y que ocultamos porque pensamos que no nos van a comprender, no nos van a apoyar o que el grupo no lo va a aceptar.
La parte inferior derecha del cuadro es el área desconocida y representa la información que nadie, incluido tú mismo, conoces sobre ti, donde se encuentran capacidades o habilidades ocultas y es desde donde podemos explorar cosas nuevas.
En esta parte de la ventana también se encuentran los sentimientos reprimidos, miedos desconocidos, fobias, y comportamientos condicionados por el pasado, de los cuales no somos conscientes.
Si deseas generar confianza con las personas de tu equipo, debes apuntar a ampliar el área abierta y para hacer esto, debes compartir la información personal apropiada.
También es importante poner los esfuerzos en el área ciega, pidiendo retroalimentación a las personas más cercanas, para que te digan honestamente lo que opinan de ti, y así aprender cosas nuevas sobre ti mismo, porque esto genera confianza en tus relaciones y promueve la comunicación abierta.
Otro punto importante es reducir el área oculta, ya que, si estás ocultando cosas a tus compañeros, familia o amigos, eso podría crearte problemas futuros, así que lo mejor es ser honesto en tus relaciones.
Sin embargo, debes evitar divulgar información personal que pueda dañar el respeto de los otros por ti.
Para trabajar en esto hay un ejercicio sencillo, que tiene estos pasos:
Escoge 5-6 características que tú consideres que son las que mejor te representan.
Pide a un grupo de personas las 5-6 características que según ellos son las que mejor te definen.
A partir de aquí, tú mismo puedes construir tu propia ventana de Johari.
Clasifica como Públicos aquellos rasgos que tú has identificado y al menos otra persona ha coincidido contigo
Clasifica como Ciegos los rasgos que otros han señalado, pero tú no
Agrupa como Ocultas las características que tú has enumerado pero que los demás no han reconocido en ti
Si te animas a hacer este ejercicio, seguramente descubrirás habilidades y puntos fuertes que no sabías que tenías, y temas que debieras corregir ahora que los conoces.
Y si eres valiente, trata en algún momento de investigar esa área desconocida que puede depararte muchas sorpresas, aunque alguna pueda no gustarte demasiado.
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