El egoĆsmo como enfermedad de las organizaciones
- Daniel Sachi
- 29 ago 2023
- 4 Min. de lectura

Habitualmente hablamos del ego como un defecto, enfocĆ”ndonos en cómo es percibido por los demĆ”s, sin embargo, existe otra perspectiva a considerar: los costos que el propio egoĆsta paga por mantenerse en ese rol.
El egoĆsta ve el mundo a travĆ©s de esta lente y esto, por sĆ solo, desencadena una serie de consecuencias distintas para Ć©l en comparación con las demĆ”s personas.
PermĆteme mostrarte un panorama mĆ”s amplio:
EnergĆa desperdiciada en defensas constantes
El egoĆsta invierte una cantidad considerable de energĆa en mantener una especie de escudo protector.
EstĆ” siempre en alerta, vigilando a su alrededor, tratando de detectar cualquier comentario, rumor u opinión que desafĆe su posición privilegiada que ha construido para sĆ mismo y/o cree tener.
Atención constante a los demÔs
Se mantiene vigilante ante las palabras de los demƔs, siempre listo para contrarrestar cualquier amenaza a su estatus.
Esta actitud lo lleva a estar en constante estado de alerta para contrarrestar cualquier desafĆo a su supremacĆa y sofocarlo rĆ”pidamente.
Relaciones superficiales basadas en interƩs
Dado que el ego solo se preocupa por sĆ mismo, las relaciones que establece con los demĆ”s son en su mayorĆa superficiales y suelen basarse en intereses personales.
La autenticidad brilla por su ausencia, ya que las personas genuinas tienden a evitarlo.
Incapacidad para admitir errores
Al no reconocer sus propios errores, el egoĆsta se ve obligado a soportar sus equivocaciones sin dar su brazo a torcer.
Esto lo lleva a la fatiga adicional de sostener frente a los demƔs algo que en realidad no es verdad.
Generación de resentimientos
Priorizarse a sà mismo sobre los demÔs crea un caldo de cultivo para el resentimiento.
Las cuentas pendientes y las facturas acumuladas son cuidadosamente guardadas, listas para ser presentadas en el momento oportuno.
Aislamiento del aprendizaje
El egoĆsta se convierte en una entidad auto-referencial que coloca su enfoque por encima de todo.
Lamentablemente, esto significa que se cierra a las posibilidades de aprendizaje y crecimiento personal, por lo que su convicción de estar en lo cierto se convierte en su prisión.
En resumen
Quien decide que el ego sea el epicentro de su vida se enfrenta a una existencia conflictiva y solitaria.
Vive en un constante intento de entender por quƩ este mundo aparentemente incomprensible no le otorga el lugar que Ʃl considera que merece, por encima de todos nosotros, los simples mortales.
¿CuÔl es el impacto en las empresas de este tipo de comportamiento?
Trasladando este anĆ”lisis al entorno empresarial, queda claro que el egoĆsmo puede ser un veneno corrosivo.
Las empresas estĆ”n compuestas por individuos que interactĆŗan para lograr objetivos comunes, pero, si los lĆderes o empleados adoptan actitudes egocĆ©ntricas, se crea un clima tóxico de desconfianza y competencia destructiva.
La energĆa que podrĆa canalizarse hacia la colaboración y la innovación se desperdicia en mantener mĆ”scaras y en proteger un estatus artificial.
La comunicación se resiente cuando el ego gobierna, ya que la autenticidad es reemplazada por estrategias defensivas y cÔlculos de interés propio.
Las relaciones superficiales y la falta de empatĆa erosionan la moral y la cohesión de los equipos.
AdemÔs, la incapacidad para admitir errores y aprender de ellos limita el crecimiento y la adaptación de la empresa en un entorno como el actual en constante cambio.
En el contexto empresarial, el egoĆsmo puede daƱar la creatividad y la innovación, ya que las voces y perspectivas divergentes son ignoradas o silenciadas, y la falta de humildad impide el aprendizaje y la mejora continua.
En resumen, una cultura empresarial en la que el egoĆsmo se fomenta puede llevar al estancamiento, la desmotivación y la decadencia.
Por otro lado, las empresas que priorizan la colaboración, la empatĆa y la humildad fomentan un entorno en el que las ideas fluyen, las relaciones se fortalecen y el aprendizaje es constante.
AquĆ, el enfoque estĆ” en el bienestar del equipo y la satisfacción del cliente, no en el egocentrismo.
Los lĆderes que guĆan con ejemplo, alentando la comunicación abierta y el crecimiento personal, crean una cultura de Ć©xito sostenible.
En conclusión, el egoĆsmo no solo afecta al individuo, sino que tambiĆ©n puede tener un impacto devastador en las dinĆ”micas y el rendimiento de una empresa.
Reconocer los peligros del egoĆsmo y fomentar una cultura basada en valores como la colaboración, la empatĆa y la humildad es fundamental para construir un entorno empresarial saludable y próspero.
Preguntas
¿Se fomenta activamente la comunicación abierta y el intercambio de ideas entre los miembros del equipo?
¿Se prioriza la colaboración y el trabajo en equipo por encima de intereses personales en la toma de decisiones importantes?
ĀæLos lĆderes demuestran humildad al admitir errores y estĆ”n abiertos a aprender y mejorar?
¿Se promueve una cultura donde se valora y respeta la diversidad de opiniones y se evita la formación de grupos cerrados basados en intereses personales?
ĀæLos lĆderes y empleados son alentados a considerar el impacto de sus decisiones en el bienestar del equipo y en la satisfacción del cliente antes que en beneficios personales?
Estas preguntas te ayudarĆ”n a evaluar si la organización estĆ” priorizando la colaboración, la empatĆa y la humildad sobre el egoĆsmo y cómo se manejan estas dinĆ”micas en el entorno laboral.
Si una o mƔs respuestas fueron negativas, sabemos como ayudarte a corregirlo.
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